Cherán, Michoacán, 9 de octubre (SinEmbargo).– Varias regiones de Michoacán viven en los límites de una guerra civil desde hace años. La intensidad de la confrontación mantiene un incremento constante que se refleja en la cantidad de comunidades, pueblos y municipios que se rebelan al poder real en varias porciones del estado: el de Los Caballeros Templarios.
Los narcotraficantes michoacanos están hechos en la guerra y ahora la libran en tres (muy) distintos frentes: contra el Cártel de Jalisco Nueva Generación, contra las fuerzas armadas del gobierno federal –las municipales y estatales están extendidamente compradas, de acuerdo con reportes locales y varios estudios–, y contra las guardias comunitarias surgidas desde el pueblo purépecha de Cherán.
Es de esta insurrección indígena que hoy mostramos imágenes: los colores de una viuda llorando ante el ataúd de su marido asesinado; el fuego de los vehículos incendiados; la ingenuidad de una muchacha indígena que toma un fusil y se cubre el rostro para ir a la guerra.
Michoacán está bajo fuego y sus habitantes tratan de sobrevivir día con día. Los muertos se acumulan casi con la misma velocidad con la que los gobiernos lanzan promesas de paz...
Las mujeres han adquirido un papel relevante en la insurgencia purépecha. No sólo participan en las labores tradicionales como la preparación de los alimentos para los hombres asignados a la vigilancia, sino que ellas mismas se suman a las rondas que protegen los pueblos. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Todas las entradas a la región Purépecha de Los Reyes están custodiadas. Las pocas armas que poseen los comuneros están distribuidas entre los hombres. Algunos fueron militares o policías antes del conflicto, por lo que aportan experiencia y capacidad de entrenamiento. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
Muchachos de los pueblos indígenas del municipio de Los Reyes debieron abandonar la escuela luego del conflicto surgido con Los Caballeros Templarios. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
En el municipio de Los Reyes también participan ancianos. El conflicto inició tras la exigencia de cuotas de parte del crimen organizado y la desaparición forzada de un representante comunitario del orden. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
Los comuneros de Cherato poseen unas cuantas armas de fuego. “Estamos dispuestos a pelear con resorteras si hace falta”, dice uno de los indígenas. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
Un anciano toma el cañón de un viejo rifle utilizado para la cacería. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
Elementos federales detuvieron a 43 personas en el municipio de Aquila, Michoacán, durante un operativo realizado en la zona costera de la entidad. La Procuraduría General de Justicia de Michoacán (PGJE) ejecutó cuatro órdenes de aprensión. Aunque no se especificaron los delitos perseguidos, se sabe que podrían trasladarse al orden federal. Presuntamente el grupo de autodefensa surgió para enfrentar al Cártel de los Caballeros Templarios que opera en distintos puntos de Michoacán. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Tierra Caliente. A siete meses de haberse levantado en armas contra Los Caballeros Templarios, los grupos de autodefensa de la Tierra Caliente de Michoacán se resisten a desaparecer y ser abandonados. Desde Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec, Aguililla y Coalcomán, sus integrantes aseguran que han podido devolver la seguridad a sus municipios a pesar de la “apatía” de las autoridades federales. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
En el municipio de Aquila, en la costa michoacana, a varios kilómetros de la cabecera municipal, surgió recientemente el grupo de autodefensa “Por un Aquila Libre”, después de que sus dirigentes fueron amenazados por el crimen organizado que opera en la región. La presión y las amenazas llegaron con el apoyo de más de 150 policías federales que arribaron al municipio. Los comuneros se refugiaron en los cerros de la región, ya que el ejército mexicano los quería desarmar como condición “para que el gobierno pudiera ayudarlos”. Los comuneros advirtieron: “No dejaremos las armas ni nuestras camisas del grupo de autodefensa”. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
“Somos comuneros y ya estamos hartos de la delincuencia organizada. Vimos que se organizaron los municipios de Tierra Caliente y por eso también nosotros nos organizamos. Ya no aguantamos más la presión del crimen organizado que nos orilló a tomar las armas y escondernos en estos cerros. Estamos en defensa de nuestras familias y de la comunidad indígena de San Miguel de Aquila. No nos dejó otra alternativa el gobierno. Vemos a los del ejército junto con los sicarios platicando, echando chelas. Esta es la causa de que las comunidades del municipio decidieron organizarse para hacerles frente. El gobierno del estado quiso solucionar el conflicto, pero llegaron con que primero nos desarmemos y nos quitemos nuestras playeras. Vienen a ponernos condicionantes; nosotros pensamos que desde ahí, que a esta altura de la situación, la comunidad indígena de San Miguel de Aquila, junto con su población, ya no estamos para recibir condiciones. Ya no le creemos al gobierno”. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
La gran mayoría de los integrantes de las rondas comunitarias en la región purépecha son jóvenes de entre 17 a 35 años. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Urapicho, municipio de Paracho. El impulso a las guardias comunitarias en la Meseta Purépecha no es un signo de rebeldía en contra del gobierno, sino una demanda para que las propias comunidades cuenten con seguridad social ante el embate del crimen organizado. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
En el contexto de los conflictos sociales que se han desatado en esta zona indígena del estado, la figura de la guardia comunitaria cobra fuerza en las comunidades con los ejemplos de Santa Fe de la Laguna, Nurío, Cherán y, más recientemente, en Urapicho. “Otras comunidades ya están mirando como un modelo, cuidarse ellos mismos y poner en sus poblaciones elementos de seguridad que para ellos sean conocidos”, dice un comunero. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
La Policía Comunitaria de Cherán ha alcanzado un alto grado de regularización. Un agente porta la bandera purépecha. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Los guardabosques de Cherán inspiraron a otras comunidades de Michoacán para organizar la defensa de sus pueblos. En Michoacán se han contado 44 grupos de autodefensa, policías comunitarias y las rondas comunitarias. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
A la par, Michoacán ha sufrido abusos a los derechos humanos cometidos por las fuerzas federales emplazadas en el territorio. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Junto con las policías municipales, la Estatal cuenta con el menor grado de confianza entre los habitantes de Michoacán. “Unas y otra están coludidas con el narcotráfico”, se queja un guardia comunitario. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Las policías comunitarias de algunos municipios de Tierra Caliente cedieron sus retenes al Ejército y a la Policía Federal: efectivos de ambas corporaciones realizaron labores de seguridad y recorridos por la carretera que comunica con Apatzingán. Sin embargo, los grupos de autodefensa de Coalcomán, Tepacaltepec y Buenavista no entregaron sus armas y se mantienen en alerta frente a cualquier reacción del cartel de Los Caballeros Templarios. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Las relaciones entre la Policía Federal y las guardias comunitarias se mantienen en tensión. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Comunitarios de Los Reyes señalaron que desde enero pasado un grupo de “malos” se presentó en su comunidad para exigir el pago de 2 mil pesos por hectárea de tierra trabada en su región. En asamblea decidieron no pagar y a partir de entonces iniciaron los hostigamientos en su contra. Están organizados en “rondas comunitarias”, o sea grupos de vigilancia autónoma que no utilizan las armas para defenderse, como sí lo hacen las policías comunitarias o los grupos de autodefensa ciudadana. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
En abril (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Históricamente, pero de manera más pronunciada con la administración federal de Felipe Calderón y las estatales de los perredistas de Lázaro Cárdenas y Leonel Godoy, se ha optado por intervenir el problema del crimen organizado desde una perspectiva policíaca y no de desarrollo social. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Aspectos de la pobreza en municipios purépechas. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
Aspectos de la pobreza en municipios purépechas. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
Michoacán es más pobre que cualquiera de sus vecinos, excepto Guerrero, estado también asolado por el crimen organizado y con comunidades que han optado por la autodefensa. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Michoacán se ubica dentro de las 10 entidades con mayor pobreza en el país. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
La pobreza es un problema histórico en la Meseta Purépecha. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Durante los alzamientos contra el crimen organizado, algunas comunidades han confiscado vehículos al crimen organizado que luego han incendiado y utilizado como barricada en el ingreso de sus pueblos. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Velorio de un guardia comunitario. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Casquillos de balas encontrados en el bosque de Cherán. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Policías judiciales rescatan con violencia de un hospital a uno de sus compañeros detenidos por ls guardias comunitarias. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
El gobierno mexicano ha optado por incrementar la fuerza del ejército en Michoacán. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
El 29 de abril, estudiantes de la Normal Indígena de Michoacán detuvieron 47 unidades de transporte comercial en la comunidad de Turicuaro. Posteriormente detuvieron un contingente de la policía en la comunidad de Arantepacua por el desconocimiento del conflicto estudiantil que culmino cuando indígenas de Arantepacua detuvieran a siete policías ministeriales. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Todo el estado de Michoacán, desde sus límites con los estados de México y Guanajuato, hasta el Océano Pacífico, resiente el conflicto del crimen organizado. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
La negativa de Cherán a admitir el gobierno de facto del narcotráfico los ha llevado a perder ya una veintena de integrantes. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Sepelio de un comunero de Cherán, muerto durante un enfrentamiento con los Caballeros Templarios. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
A pesar del aumento del ejército desde 2007, el número de comunidades que deciden defenderse por sí mismas está en aumento. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Cherán vive en un permanente estado de sitio por parte de Los Caballeros templarios. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
Los primeros integrantes de la comunidad que defendieron sus bosques fueron asesinados sencilla y rápidamente. Entre 2008 y 2011 la situación se deterioró. La delincuencia cobraba dinero a cambio de protección para operar hasta una pequeña empresa en Cherán. El bosque era devastado y la gente vivía aterrorizada; todo el mundo sentía que su vida estaba en peligro. Al atardecer, Cherán se convertía en un pueblo fantasma. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)
La prioridad en Cherán es la protección de sus bosques, de donde los criminales organizados obtienen recursos madereros ilegales y superficie para ampliar el cultivo de aguacate. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
Los indígenas de Cherán no sólo expulsaron al narcotráfico. También desterraron el sistema de partidos políticos, al considerarlo inoperante o coludido con el crimen organizado. Actualmente se gobierno bajo el derecho de usos y costumbres. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
Pinta en barda de Cherán. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
Pinta en barda de Cherán. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
Un estudio realizado –y citado por Green Peace– por el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental- UNAM, en los municipios de Charapan, Cherán, Los Reyes, Nahuatzen, Nuevo San Juan Parangaricutiro, Paracho, Peribán, Tancítaro, Tingambato, Uruapan y Ziracuaretiro muestra cómo se perdieron 20 mil 32 hectáreas de bosques entre 1976 y 2005. Y sólo de 2000 al 2005 esta pérdida se aceleró y adquirió un ritmo de 509 hectáreas por año. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
La guardia comunitaria de Cherán tomó el armamento de la Policía Municipal luego de expulsar a las autoridades regulares. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
Los purépechas de Cherán han mantenido varios encuentros con los narcotraficantes, persistentes estos en continuar la tala de los bosques. Las detenciones de los talamontes ha llevado al secuestro de habitantes inocentes y al canje de unos por otros. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
La cabecera del municipio indígena de Cherán fue la primera en Michoacán que puso un alto al crimen organizado. El 15 de abril del 2011, los comuneros se levantaron en armas e implementaron un esquema de seguridad comunitaria con dos tipos de vigilancia: la ronda, encargada de la vigilancia del pueblo, y un cuerpo de guardabosques responsable de la vigilancia del territorio forestal que fue devastado en 40 por ciento. (SinEmbargo/ Humberto Padgett)
Según el conteo realizado por el diario Reforma, durante el sexenio de Felipe Calderón Michoacán registró 1 mil 712 ejecuciones del crimen organizado. (SinEmbargo/Humberto Padgett)
Michoacán es un estado en disputado por los cárteles de Los Caballeros Templarios, Los Zetas y Jalisco Nueva Generación. Todos estos mantienen fuego contra la Policía Federal y el Ejército. El crimen organizado ha extendido su negocio a la extorsión generalizada de la población inocente. (SinEmbargo/Juan José Estrada Serafín)